Hay varias técnicas para estirar el cuerpo, pero los clásicos y más prácticos son aquellos en los que el paciente, de manera activa y haciendo uso de las palancas de su cuerpo, logra mejorar y/o mantener la elasticidad de los tejidos que se someten a esfuerzos diariamente.
Basta realizarlos con asiduidad y sin llegar a sentir dolor, manteniendo el estiramiento varios segundos. Recordemos que cada persona tiene un límite de elasticidad y no todos los días el cuerpo se encuentra igual, por tanto lo importante es hacerlos bien y no forzar más de lo que podamos soportar.