Debido a posturas prolongadas en el tiempo, poco ergonómicas y repetitivas surge la necesidad de mejorar la condición física mediante el ejercicio para prevenir y, en muchos casos, paliar lesiones musculo-esqueléticas.
A consecuencia del tipo de lesiones derivadas de entornos ofimáticos y trabajos físicos repetitivos nace la necesidad de aprender a reeducar el cuerpo mediante ejercicios y/o estiramientos dirigidos por el fisioterapeuta. De esta manera el trabajador/estudiante puede adquirir los conocimientos necesarios para prevenir y paliar lesiones y mejorar su calidad de vida.
La fisioterapia preventiva puede convertirse en una eficaz herramienta en la adopción de determinadas medidas organizativas, como:
- Mejorar la conciencia corporal para entender el movimiento en cada momento preciso, evitando malas posturas y minimizando el riesgo de lesión.
- Aprender ejercicios de rehabilitación fisioterápica para mejorar el tono (y por ende, la postura) de determinados músculos que están sometidos a sobreesfuerzo diario.
- Enseñar al paciente cómo realizar determinadas actividades de su vida diaria para evitar lesiones.